En el Valle de Tulancingo, desde muy temprano, se escucharon cohetones que indicaban que sigue vigente la celebración de la Santa Cruz, pese a que en el municipio está prohibida la quema, venta, traslado, fabricación y almacenamiento de pirotecnia, en cualquier tipo de evento.
La restricción se encuentra estipulada en el Reglamento de Medio Ambiente del Municipio de Tulancingo, en el artículo 72, el cual entró en vigor el pasado 2 de enero de 2020 y contempla sanciones de hasta 250 Unidades de Medida y Actualización (UMA), equivalentes a 22 mil 405 pesos.
Las autoridades en turno notificaron, principalmente a los diversos templos católicos, que quedaba prohibida la quema de castillos en sus celebraciones patronales, incluso en festejos municipales, como el 15 de septiembre.
La dirección de Medio Ambiente, informó que sus inspectores estuvieron en constante movilidad en coordinación con el área de Protección Civil, recorriendo colonias donde hay más obras en construcción, como: Magisterio, Rojo Gómez, Ahuehuetitla y algunos fraccionamientos en proceso, pero no lograron tomar en flagrancia a posibles infractores.
Detallaron que a falta de un reporte ciudadano, tenían que guiarse por el ruido y rastro de los cohetones en el cielo, pero al ser efímeros fue muy difícil dar con las personas que quemaban pirotecnia.
Según datos que otorgó el entonces regidor, Sinuhé Jorge Aldrete, quien fue el principal promotor del Reglamento, 80 por ciento de la pirotecnia que se consumía en Tulancingo, es irregular y el 20 por ciento tiene el aval tanto de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) como del área de Protección Civil