Las recientes lluvias en la región Tulancingo derivaron en al menos un par de crecientes en el afluente del Río Chico, lo cual provocó que la corriente socavara por debajo de la fracturada cortina de concreto de la represa Santa Teresa, por lo que está latente el riesgo de colapso y con ello, la posibilidad de dejar sin riego las parcelas agrícolas de 80 productores.
El presidente de los Usuarios del Módulo 1 Aguas Blancas del Distrito de Riego Tulancingo, Ricardo Hernández Pérez, informó que de lo anterior notificaron a la delegación en Hidalgo de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), desde el año pasado.
Aclaró que el riesgo de colapso de la cortina de concreto de la represa no representa ningún peligro para la población que vive aguas abajo, pero sí les afectaría a los usuarios del Módulo 1.
“Esta cortina permite que el agua proveniente de la presa La Esperanza sea encauzada al canal de riego que cruza gran parte de la ciudad y que alimenta otros conductos, sin ella el agua correrá por el río, no habrá manera de retenerla y los usuarios perderán el volumen que tienen concesionado”, detalló.
En la reciente visita del director local de la CONAGUA en Hidalgo, Heber Eleazar Saucedo Rojas, los usuarios del Módulo 1 lo llevaron al sitio para que verificara el problema.
Ricardo Hernández, agregó que el funcionario federal estableció el compromiso de llevar su solicitud a las oficinas centrales del organismo, para que programaran y presupuestaran el arreglo para el año 2022.
Estimó que la reparación podría tener un costo aproximado de 300 mil pesos, cantidad que considera menor en comparación a las pérdidas que podría generar si colapsa la cortina, por lo que en la reunión que sostendrán la próxima semana ahondarán en el tema, que ya conoció el representante de la CONAGUA