De acuerdo con datos de la Secretaría del Campo, a cargo de Oscar Gabriel Vargas García, en Tulancingo hay cerca de 80 hectáreas (has) de invernaderos activos, que en conjunto producen cerca de 20 mil toneladas por ciclo, principalmente de jitomate.
El director de Desarrollo Rural, Fernando Flores Muñoz, informó que dichas unidades productoras fueron censadas entre los meses de febrero y abril, por instrucciones del alcalde Jorge Márquez, lo cual arrojó 209 invernaderos que abarcan entre todos, una superficie de 74.8 has.
No obstante, reconoció que de abril a la fecha, han entrado en operación 25 invernaderos más, con una superficie de 3.8 has. Flores Muñoz, detalló que junto con el técnico agropecuario, Juan Luis Ibarra, realizaron el censo y las cifras arrojaron que estos invernaderos tienen una producción total por ciclo de 19 mil 968 toneladas de jitomate, principalmente de la variedad Saladet (98.7 por ciento) y el restante 1.3 por ciento, de la variedad Bola o Gabriela.
Del total de esta producción, dijo que el 30 por ciento, es decir, cinco mil 990 toneladas se comercializan en el mercado local y regional, mientras que 12 mil 979.2 toneladas (65 por ciento), se expende fuera en el mercado nacional, principalmente en la Ciudad de México, y el cinco por ciento, es decir, 998.4 toneladas, se exporta al mercado norteamericano.
Destacó que cada una de estas unidades productivas generan un promedio de seis fuentes de trabajo, por lo que tomando en cuenta los 209 del censo, dan un total de mil 254 fuentes de empleo permanentes, en épocas de siembra, trasplante y cosecha de jitomate, mientras que se tiene un estimado de tres mil 762 empleos indirectos.
El jitomate, remarcó, es el principal producto de los cultivos controlados en la región; sin embargo, han detectado la incorporación de otros productos como tomate verde, fresa, hortalizas varias y plantas denominadas “suculentas”, en una superficie de 300 metros.
El funcionario, subrayó que uno de los principales beneficios de la agricultura controlada, es el ahorro de agua para riego, ya que una hectárea de cultivo de jitomate a cielo abierto, necesitaría mensualmente hasta tres riegos de mil metros cúbicos de agua cada uno, mientras que en los invernaderos, se hace sólo un riego mensual equivalente a 100 metros cúbicos; es decir, una relación de tres mil tinacos de mil litros cada uno, en cultivo a cielo abierto, contra 100 tinacos en invernaderos.
Finalmente, refirió que en Santa Ana Hueytlalpan, Cebolletas, Los Acocules, Huapalcalco y Huajomulco, se concentra la mayor parte de los invernaderos y opinó, que uno de los principales retos que enfrenta, es el mercado nacional, por lo que cree que con una calendarización adecuada, en la que no se encime su cosecha con la cosecha de Sinaloa, por ejemplo, podrían tener mejores utilidades.