* “Con una detección oportuna, ocho de cada diez casos de cáncer infantil son superables”, mencionó la experta Garza
En el marco del Día Internacional del Cáncer Infantil este 15 de febrero, el rol de la psicología es fundamental, ya que un abordaje oportuno puede marcar la diferencia sobre la manera en la que las niñas, niños y sus familias transitan esta difícil etapa, brindándoles herramientas para mantener un adecuado manejo de sus emociones, refirió Rebeca Guzmán Saldaña, profesora investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), al año se detectan alrededor de 280 mil casos de cáncer en infantes de 0 a 19 años, lo cual repercute directamente en su entorno familiar y social, es por ello que la profesora investigadora del Área Académica de Psicología en el Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa) mencionó que abordar la situación desde la perspectiva psicológica comprende el impacto emocional del paciente y las personas que le rodean.
“El diagnóstico de cáncer puede provocar una serie de emociones en las y los niños, como lo son miedo, ansiedad, tristeza, confusión e incertidumbre. La psicología tiene como objetivo ayudar al infante a desarrollar estrategias efectivas para hacer frente a los desafíos físicos, orgánicos y emocionales que conlleva la enfermedad”, resaltó.
Guzmán Saldaña externó que debe existir una comunicación efectiva entre los infantes, sus familias y el equipo médico involucrado en el tratamiento, ya que poder expresar abiertamente dudas, preocupaciones y necesidades brindará información útil para ejercer un mejor manejo del dolor mediante intervenciones no farmacológicas, que pueden ser juegos, música, imágenes y realidad virtual, entre otros.
“Una cuestión de vital importancia es que el equipo de salud debe ser multidisciplinario, en el que las y los psicólogos puedan desempeñar un papel primordial, de modo que se dé atención a la salud mental del paciente y de la familia, tanto en el diagnóstico como en el tratamiento”, apuntó.
Asimismo, la experta Garza destacó que dentro del eje de trabajo en la psicología de la salud se encuentra la prevención, que implica atenuar y eliminar factores de riesgo en torno a distintos padecimientos, así como generar una serie de estrategias que favorezcan el control de la enfermedad para de ese modo, evitar una recaída.
“Afortunadamente el cáncer infantil tiene una alta tasa de supervivencia si se detecta de manera oportuna, por lo tanto, las y los sobrevivientes en conjunto con sus familias deberán trabajar para evitar que reaparezca la enfermedad. Para hacerlo tendrán que implementar acciones asociadas a un estilo de vida saludable”, enfatizó.
Por otra parte, la docente de la UAEH indicó que es necesario generar un entorno de apoyo, en donde las y los niños tengan la libertad de hablar con personas adultas de su confianza acerca de sus sentimientos y emociones, así como animar la expresividad y creatividad a través del arte, la música, la escritura y el juego.
Finalmente, Guzmán Saldaña remarcó que fomentar la autonomía de las y los niños, ayudarlos a sentirse capaces de expresar sus preocupaciones, externar sus dudas respecto al tratamiento, así como celebrar sus logros y avances durante la enfermedad al reconocer su valentía y fortaleza son elementos que demuestran la importancia de contar con un psicólogo durante el proceso de afrontar el cáncer infantil.