Hirving ‘Chucky’ Lozano, a pesar de no haber jugado un solo minuto, se convirtió en el primer campeón mexicano en Italia, luego de que el Nápoles doblegara 4-2 en la tanda de los penaltis al Juventus Turín, el pasado miércoles.
Los dirigidos por Gennaro Gattusso conquistaron la sexta Copa Italia de su historia en la final disputada a puerta cerrada en el estadio Olímpico de Roma.
Tras el empate a ceros en los 90 minutos reglamentarios, el Nápoles marcó sus cuatro penaltis, con Lorenzo Insigne, Matteo Politano, el serbio Nemanja Maksimovic y el polaco Arkadiusz Milik mientras que en el Juventus fallaron el argentino Paulo Dybala y el brasileño Danilo Luiz Da Silva, lo que coronó campeón al equipo.
También en los 90 minutos el Nápoles había tenido las mejores oportunidades, pero se topó con el poste con una falta directa de Lorenzo Insigne y con un Gianluigi Buffon que realizó tres paradas de mérito, la última de ellas a pocos segundos del final.
Como ya ocurrió en la semifinal ante el Milan, el Juventus arrancó bien, movió el balón con rapidez y asustó al Nápoles a los 5 minutos con un derechazo del portugués Cristiano parado por el meta Alex Meret, pero ese disparo acabó siendo el más peligroso de todo el encuentro para los hombres de Maurizio Sarri.
Insigne, uno de los jugadores más en forma del equipo de Gennaro Gattuso, sacudió la madera en el 23 con una gran falta directa desde los 25 metros y sólo dos grandes paradas de Buffon, titular a sus 42 años, a disparos del belga Dries Mertens y del propio Insigne, mantuvieron la igualdad al descanso.
El esfuerzo realizado en las semifinales, disputadas el viernes y el sábado tras tres meses de inactividad, le pasó factura a los dos equipos y la reanudación estuvo marcada más por los errores y la poca lucidez que por la técnica.
Tanto el Nápoles como el Juventus intentaron cambiar ritmo tirando de sus banquillos, al disponer de cinco cambios.
Sarri apostó por Federico Bernardeschi, el galés Aaron Ramsey o el brasileño Danilo Luiz en sustitución del brasileño Douglas Costa, el bosnio Miralem Pjanic y el colombiano Juan Guillermo Cuadrado mientras que Gattuso dio paso a Matteo Politano y al polaco Arkadiusz Milik por el español José Callejón y el polaco Arkadiusz Milik.
En Juventus no creó ningún peligro a la portería de Meret y sólo Buffon, con unas grandes paradas a cabezazo del serbio Nemanja Maksimovic y en el siguiente disparo bajo puerta del macedonio Eljf Elmas, evitó que el Nápoles triunfara en el minuto 93.
El título se decidió en los penaltis, en los que el Nápoles estuvo impecable, ante un Juventus falto de brillantez.
El argentino Paulo Dybala abrió la tanda y su disparo lo paró por Meret. Su compañero Danilo disparó alto. Insigne y Politano no fallaron y dieron una ventaja 2-0 al Nápoles.
El capitán Leonardo Bonucci y el galés Aaron Ramsey marcaron para el Juventus, pero el Nápoles no tembló y, tras el gol de Maksimovic, consiguió la victoria gracias a la perfecta ejecución de Milik (4-2).
Es la sexta Copa Italia de la historia del Nápoles y el primer trofeo de la carrera de Gattuso como entrenador, quien fue abrazado por todos sus jugadores al acabar el duelo.
Para el Juventus, en cambio, fue un profundo disgusto en una temporada en la que ya perdió la Supercopa italiana en enero, ante el Lazio; y en la que sigue sin jugar con brillantez y convicción.
Información: Agencia EFE
Foto: @HirvingLozano70