Luego de que el pasado miércoles 30 de junio se aprobara con 16 votos a favor la iniciativa de reforma al Código Penal del Hidalgo y a la Ley Estatal de Salud, respecto a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) antes de las 12 semanas de gestación, la Iglesia Católica informó que solicitará al gobernador de Hidalgo ejerza su derecho al veto de esta reforma que no comparten la mayoría de los hidalguenses.
A través de una videoconferencia presidida por Monseñor Domingo Díaz Martínez, Monseñor Juan Pedro Juárez, y el presbítero Marciano Reyes García, expusieron su posicionamiento antes lo sucedido en el Congreso Local el pasado 30 de junio.
Los clérigos expresaron que recibieron la noticia de la aprobación de la ILE con gran preocupación y tristeza, aprobación que consideran fue de manera precipitada, y que desprecia y pone en riesgo el derecho humano fundamental reconocido y avalado en todos los tratados internacionales como un derecho universal, especialmente de los más indefensos.
“No hace falta recordar que, para nosotros, la vida es un regalo de Dios y que todos los católicos al igual que las personas de bien, tenemos un deber moral en la defensa de la vida humana de los inocentes, desde el momento de su concepción hasta su fin natural”, expresaron.
Sin embargo, consideran que los que tienen fe, saben que no han perdido nada porque su compromiso ha sido siempre y seguirá estando a favor de la vida.
“Consideramos que, aunque los legisladores de nuestro estado han recibido en su investidura la legítima representación de las necesidades de la ciudadanía, una alta responsabilidad ética y democrática les exige escuchar el verdadero clamor de la población que pide se atiendan necesidades más urgentes. Y una ley que legalice el aborto no es una petición de los hidalguenses”, aseguraron
Añadieron que por desgracia, los legisladores que apresuraron y votaron dicho dictamen de ley, han caído en la trampa que otros intereses ajenos a la identidad de del pueblo y del estado les han colocado, y cuyo escarnio sólo afectará a quienes no quisieron o no les permitieron escuchar al pueblo hidalguense.
Nuestro amado estado y nuestros hermanos hidalguenses, afirmaron, creen en la vida, la aprecian y la respetan; comprenden que, frente a las adversidades que tienen muchas mujeres durante su embarazo, son necesarias acciones e instituciones que las protejan, las cuiden a ellas y a la criatura en su seno. El aborto legalizado simplemente destruye una vida y afecta sensiblemente a la madre.
“Ante la magnitud de esta situación derivada de la votación en el Congreso, suplicamos de la manera más respetuosa al señor gobernador del estado, medite concienzuda y profundamente sobre las implicaciones que esta decisión legislativa pudiera generar en nuestro pueblo de Hidalgo, ya que una resolución de esta trascendencia, que cambia el valor de la vida de todos los hidalguenses, no puede ser legislada sin escuchar al pueblo”, comentaron.
Los representantes de la Iglesia Católica se dirigieron al gobernador Omar Fayad Meses, señalándole que en sus manos está la posibilidad de escuchar a todos sus conciudadanos y ejercer su derecho al veto en una resolución que no comparten la mayoría de los hidalguenses.
Asimismo, pidieron al pueblo de Dios, a los jóvenes y a los laicos, a que sigan trabajando a favor de la vida, a favor del bienestar integral de la familia hidalguense y a favor de una salud materno-infantil verdaderamente plena e integral.
Finalmente, el Arzobispo Domingo Díaz Martínez, aseguró que ya están organizando los documentos y la información requerida para entrégasela al señor gobernador, a través de un abogado que les representa y está llevando el caso adelante, y espera que sean escuchados por el mandatario estatal.