Como parte de la conmemoración de la Semana Santa adaptada a la nueva normalidad, este Viernes Santo se llevó a cabo un viacrucis de forma virtual y a puerta cerrada en la Catedral de Tulancingo, encabezada por el arzobispo Domingo Díaz Martínez.
En esta celebración religiosa, monseñor Domingo Díaz Martínez reflexionó sobre realidades que flagelan a la sociedad actualmente, como el aborto, el feminicidio y el consumo de drogas en jóvenes.
El arzobispo refirió que, así como a Jesús se le gritaba que lo crucificaran, ahora grupos promueven la muerte de los nacidos, asesinan a las mujeres y acercan con legalizaciones sustancias a los adolescentes.
“Las drogas son clavos que crucifican a los jóvenes”, expresó al interior de la Catedral de Tulancingo, sitio donde debido a la pandemia, encabezó el Viacrucis que fue transmitido virtualmente a toda la diócesis.
Este Viernes Santo, Díaz Martínez también abordó temas como la impunidad en México, la desintegración familiar, la delincuencia, opresión y maltrato.
El recorrido por las 14 estaciones del Viacrucis, a través de una proyección audiovisual, fue aprovechado por el señor arzobispo para lanzar un llamado a padres y madres de familia, maestros y sacerdotes, a promover la caridad y practicar la misericordia.
Exhortó también al cuidado de la salud, la práctica de los valores y a la resiliencia: “Carguemos nuestra cruz y sigamos adelante porque el testimonio de Jesús nos invita a levantarnos para llegar al triunfo final, la resurrección”.
Debido a la contingencia sanitaria, este año, Díaz Martínez decidió celebrar la Semana Santa de manera privada al interior de Catedral, con mínimo aforo y llevando los misterios de las pasión, muerte y resurrección de Jesús a través de las redes sociales.