La Arquidiócesis de Tulancingo, a través de un comunicado, informó a los sacerdotes de la Diócesis los criterios y propuestas para la preparación de una eventual reapertura de templos y el regreso de las celebraciones litúrgicas con fieles.
El documento que monseñor Domingo Díaz Martínez, envió a todo el presbiterio no establece una fecha específica y resalta que el regreso de las celebraciones será hasta que el obispo lo determine.
El objetivo, explica el prelado, es prepararse y esperar el aviso para el reinicio de la celebración presencial de los sacramentos, pero observando las normas de las autoridades sanitarias, en bien de la salud de todos.
Pidió a los sacerdotes tener presente que el virus que provoca el Covid-19 puede tener rebrotes y una de las mejores estrategias es la prevención, por lo que el Plan Diocesano de Pastoral debe continuar su proceso, vigilando el semáforo de reanudación de actividades en cada una de sus comunidades a cargo, tomando en cuenta la realidad de los casos positivos y sospechosos de Covid-19, con responsabilidad y prudencia.
Una vez que la autoridad eclesiástica autorice las celebraciones litúrgicas con fieles, los sacerdotes deberán determinar un sitio para su realización, ya sea exterior o al interior del templo, tomando las medidas de prevención sugeridas por las autoridades, como es el uso de cubre bocas, gel antibacterial y mantener la sana distancia.
Los curas deberán designar a un equipo estratégico para las labores pastorales, reducir la participación de los fieles al 30 por ciento de la capacidad del templo, aprovechar los espacios abiertos con los que cuenten las parroquias y aumentar el número de misas para evitar aglomeraciones.
Tratarán que las misas sean especiales para cada sector de la población: niños, jóvenes y adultos mayores, y que su duración máxima sea de 40 minutos. Además, darán la comunión en la mano a quien lo pida y preservarán la sana distancia al momento de su impartición.
Particularmente, a los párrocos les pide que durante la celebración de la palabra mantengan tapados los copones con las hostias, incluso al momento de la consagración, y que la colecta se realice después de dar la comunión o al final de la celebración de la Eucaristía
Para el tema de donativos, el prelado conmina a no incrementarlos, pero sí promover la generosidad entre la feligresía.
Respecto a la imposición de los sacramentos, en el bautismo al sacerdote se le ha pedido la aplicación de todas las medidas sanitarias, antes y durante su celebración, al igual que evitar el signo de Efetá, que consiste en tocar con sus dedos los oídos y la boca de los niños).
Para las confesiones, se les pide disponer de sitios abiertos y guardando la sana distancia con las personas que busquen el sacramento de la reconciliación, del mismo modo, para los enlaces matrimoniales, el sacerdote deber tomar todas las medidas sanitarias, antes y durante su celebración.
En relación a la visita de enfermos con Covid-19, el sacerdote podrá atenderlos siempre y cuando acuda con todo el equipo destinado para su protección, y asumir las medidas de higiene personal.
Respecto a los actos de piedad popular, deberá ser examinada la conveniencia de su realización, mientras que procesiones y peregrinaciones se deberán hacer afuera de los templos.
Para las visitas al Santísimo, el obispo de Tulancingo pide a sus sacerdotes reiterar la invitación a los fieles con letreros o pancartas, a que hagan su oración de pie y por corto tiempo, cuidando siempre la higiene del área de El Sagrario.
Finalmente, se recordó que tal y como lo dicta el comunicado, hasta ahora las sugerencias pastorales vigentes para todas las parroquias son: seguir celebrando en privado y transmitir las Misas a través de las redes sociales, tener reuniones en línea, aportar acciones solidarias en bien de la economía familiar, procurar que la atención de la oficina parroquial se haga vía telefónica, constituir un equipo de medios de comunicación y disponer de una licencia en la plataforma Zoom para las reuniones a distancia.
Domingo Díaz Martínez dio a conocer que la dispensa del precepto dominical continúa hasta nuevo aviso, con la intención de que al reencuentro en los templos “el deseo de estar sanos de alma y cuerpo sea una realidad
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